Qatar y la vergüenza de Copa Mundial
Thomas Sozzo
Se acerca el mayor espectáculo que todo el mundo estaba esperando, la Copa Mundial de FIFA. La gente está desesperada por saber quién será el campeón de esta edición, pero pocos saben el trasfondo de este evento. La organización del Mundial de Fútbol en Qatar estuvo rodeada desde el comienzo por polémicas y denuncias que siguen salpicando al mayor evento del deporte de 2022.
Este mundial en particular es el más caro de toda la historia; se construyeron 8 estadios, alojamientos de 5 estrellas, autopistas, subte y hasta un aeropuerto. Dichas obras requirieron una inversión millonaria, pero no todo es tan increíble como parece ser; los trabajadores demostraron su descontento por las pésimas condiciones laborales. Hay mentiras sobre sus salarios, retrasos en el pago, y en muchos casos el trabajo es forzoso, con abusos y explotación. Además, el diario británico The Guardian calculó en más de 6.500 el número de obreros migrantes muertos en Qatar, en base a informaciones recogidas de las embajadas de India, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka y Pakistán en Doha.
La acusación de explotación laboral y los reclamos sobre las condiciones de los obreros siguen despertando duros cuestionamientos. Un obrero declaró: “Mi vida aquí es como estar en una cárcel. El gerente de la empresa nos dijo: si quieres ganar dinero quédate en Qatar, cierra la boca y sigue trabajando. Los trabajadores no pueden salir del país ni cambiar de trabajo.” La Universidad de Bournemouth hizo una encuesta a más de 30 nefrólogos (especialistas en riñon), en la que concluyeron que la gran mayoría de los obreros que vuelven de trabajar en Qatar tienen un riesgo mucho mayor de tener enfermedades de riñón que el resto de los ciudadanos de ese país.
En esta situación han sido muchas las voces que han exigido el boicot del mundial y han culpado a la FIFA de aceptar que se celebre en Qatar por cuestiones económicas. Dichas denuncias son silenciadas constantemente por la FIFA, que intenta vender este mundial como una oportunidad positiva y nunca con una mirada crítica.